Un Momento Para El Amor: Echa Agua En Tu Tinaja
¿Cuántos matrimonios, aun cristianos, no encuentran la felicidad o viven en constante problema? Y uno se pregunta, ¿Pero cómo.? ¿Qué no son cristianos? Sí, pero si tú y yo no hacemos nada por nuestra relación estamos perdidos.
Recuerdo que aquella mujer y a su marido les dije que, Dios estaba interesado en bendecir su matrimonio y que el propósito de Dios para la familia es que sea un pedacito de cielo sobre la tierra y no un infierno insoportable.
Dios es quien inventó el matrimonio. No fueron los animales, ni el diablo, ni siquiera la suegra (aunque a veces te lo parezca, pero no es así); es un invento de Dios; pero el que sea un “pedacito de cielo” o un “infierno insoportable” eso es cosa nuestra.
Dios aun puede volver a formar el rompecabezas de tu matrimonio si tú le entregas todos los pedacitos. Todo matrimonio por lo general comienza con la luna de miel, ¿no es cierto? Pero en muchos matrimonios se acaba la miel y sólo queda la luna, y no nos imaginamos cuantos de ellos se han conformado con vivir sólo con la luna; y muchos llevan años cargando la luna insoportablemente; conformados a lo que tienen sin esperar más. La buena noticia es que, aun se puede traer la miel a tu relación, me preguntaras, pero, ¿Cómo?
Hace 2000 años, Jesucristo comenzó su ministerio en la tierra justo en una boda; era un invitado de honor; pero a media boda se les terminó el vino a los novios, eso era grave ya que el vino era el símbolo del gozo y la alegría; así que van con Jesús, El ve unas tinajas y les pregunta, ¿Qué tienen dentro? Nada, le contestaron, ni agua; entonces El les dice echen agua en ellas y después saquen; al hacerlo probaron el mejor vino que jamás hayan gustado; era costumbre dejar el mejor vino para el principio de la boda, pero ahora eran sorprendidos probándolo hasta el final.
Quizá en tu relación de matrimonio ya no les queda ni agua en su tinaja, se ha perdido todo; pero este es tu momento, échale agua a tu tinaja, esto es, entrega primero tu corazón a Jesucristo, comienza una relación personal con El, hazlo tu Salvador.
Luego, métete en la escena, pon de tu parte, llámesele a esto, perdonar, intentar, volver, buscar, cambiar, cumplir, amar, darse otra oportunidad; en fin, ponle agua a tu tinaja. El mejor vino les espera si ustedes lo desean; la miel aun es posible si ustedes lo intentan; cambien su infierno en cielo; inviten a Jesucristo a ser el Señor de su familia.
Muchachos solteros, hagan ustedes las cosas bien, esperen el momento preciso, no se adelanten ni jueguen al amor antes de tiempo; simplemente esperen en Dios, no vaya a ser que sus matrimonios terminen en rompecabezas y el próximo que tenga interrumpirme seas tú.
“Para que sean vuestros días... como los días de los cielos sobre la tierra”. - Deuteronomio 11:21
0 comentarios