UN VERDADERO UNIVERSITARIO CRISTIANO
¿Cuál de estos personajes tendrá más éxito en alcanzar al estudiante universitario no creyente? ¿El líder de jóvenes? ¿la hermana que recoge las ofrendas? ¿El director de la alabanza? ¿El pastor? Para algunos, parecerían preguntas estúpidas. Para mí, preguntas necesarias.
He dedicado mis dos años de estudiante a compartir mi fe en la universidad, y una de las cuestiones insólitas con las que me he visto enfrentado, es ver como muchos estudiantes universitarios cristianos no están haciendo absolutamente nada por alcanzar a sus compañeros de universidad.
Los argumentos son inverosímiles, y van desde la falta de tiempo, el realizarse en la profesión, tener las prioridades correctas, las muchas responsabilidades en la iglesia, los compromisos familiares, hasta incluso, el temor al que dirán los compañeros y la falta de convicciones de la fe cristiana que dicen profesar ¡Si entendieran el valor y la influencia de lo que significa ser estudiante universitario cristiano!.
Situaciones complejas fueron las que viví con mi profesora de filosofía, cuando insistí en lo razonable que era pensar en los valores absolutos: como en la existencia de un Dios que está sobre la materia, pero al mismo tiempo, involucrado sobrenaturalmente en la existencia humana. O cómo olvidar la discusión con la maestra de investigacion, que ironizaba cada vez que se mencionaba algo relacionado al cristianismo. O mi replica al profesor de quimica, que citaba pasajes distorsionados de la Biblia sin siquiera haberla leído. ¡Qué tiempos! ¡Qué oportunidades de ser luz! ¡Qué privilegio tan maravilloso! ¡Si entendiéramos el valor y la influencia de lo que significa ser estudiante universitario cristiano!.
Es evidente que la oportunidad de ser estudiante universitario cristiano, tendrá el valor que cada uno de nosotros le demos. Y las opciones son claras: Indiferencia, clandestinidad o conciencia cristiana jaja ah ver ¿cual eres tu?.
Nuestra elección es una de las tres. La indiferencia se expresará en una falta de compromiso con el mismo Señor Jesucristo, su mandato y su amor incondicional. La clandestinidad buscará eludir cualquier tipo de responsabilidad que vaya más allá de los deseos personales, expresada en una procesión que desperdiciará en silencio y anonimato, los preciosos años de universidad. Y finalmente, la conciencia cristiana que a mi entender es el camino al que cualquier estudiante (preocupado por aprender), universitario (amante e influyente en las ciencias y el saber) y cristiano (seguidor y embajador del Rey) anhelará seguir.
¡Sin duda, hay valor e influencia en quien decide ser verdaderamente estudiante universitario cristiano!.
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