Un Momento Para El Amor: Un capricho que afectó el destino
Ana y Antonio, un par de jóvenes que por una mala decisión, cambiaron sus vidas radicalmente. Una historia real creanlo!, que nos insta a reflexionar.
Se dice que estos jovenes hacían una linda pareja y se encaminaban al altar muy pronto. Ana era una chica muy dinámica trabajadora y romántica; Antonio era un líder juvenil muy activo y, aunque vivía en otra ciudad a dos horas de distancia no afectaba su relación con Ana, el amor no medía distancias, se querían y eran un ejemplo en testimonio a los demás.
Al parecer los que conocían a Antonio de cerca dijeron que llevaba ya varios meses trabajando muy duro para tener su casa y proponerle matrimonio a Ana; la verdad a muchos les extrañaba la conducta persistente de él ya que no solía ser muy constante en lo que comenzaba.
Por fin Antonio decidió proponerle matrimonio a Ana y ambos sellaron su compromiso; mucha gente que los quería y oraba por ellos celebro esto y se dispusieron a ayudarles en los preparativos de la boda.
Fue un fin de semana que ella viajo a la ciudad de Antonio que ocurrió ese “Corto Circuito” que afecto sus destinos para siempre. Tras la presión de la organización tuvieron un disgusto y Antonio muy molesto le dijo en su ira que no quería casarse más. Ana tomó las cosas con calma y viajó de regreso a su casa, ella pensaba que a los días Antonio le llamaría y que ambos se pedirían perdón y las cosas continuarían.
Sin embargo para sorpresa de ella pasaron dos semanas y no sabía nada de él, había intentado llamarle varias veces y no lo encontraba; un poco preocupada viajo de nuevo para verlo y conversar, eran ya tres semanas que no lo veía.
Cuando llego a su casa Antonio no quiso verla, llevaba varios días encerrado en su cuarto y salía sólo para comer; abandonó su trabajo y no quería hablar con nadie. Mucha gente cuestionaba a Ana sobre Antonio y su boda y ella apenada no sabía que contestar, viajó varias veces para verle y la actitud de él era misma, Ana no sólo estaba extrañada sino descorazonada por todo esto.
Pasadas ya varias semanas por fin Antonio salió de su encierro y la recibe, pero solamente para decirle que no quería verla más y que cancele todo los preparativos de la boda, ella no podía creerlo, se habían disgustado por una tontería y parecería que Antonio fue herido de muerte. Finalmente por más que ella se acerco a él parecía metido en un capricho y orgullo desmedido; varios consejeros y líderes hablaron con Antonio pero fue inútil, todo se vino abajo.
Por un tiempo Ana lloró mucho sin poder entender lo que había pasado, la gente que les conocía y los quería quedaron mudos al saber la noticia del rompimiento y también fue un momento muy penoso para ambas familias.
Hoy por hoy, 17 años después, Ana esta casada y tiene dos hijas, se alejó de Dios varios años y su esposo es un cristiano de nombre que asiste a la iglesia cada venida de obispo, ella está en una iglesia y él en otra dividiendo la familia, el marido no tiene liderazgo en su hogar y a ella se le ve triste y hasta frustrada, la vida no le ha sonreído, no era lo que soñó, vivía una realidad sin metas y sin esperanza hacia el futuro.
Antonio por su parte, hoy es un soltero empedernido, nunca se casó, aún no sabe lo que quiere, no trabaja y es inconstante en todo lo que hace, ejerce un liderazgo en la iglesia y dice que ya se quiere casar.
Hay decisiones que afectan nuestro destino, hay momentos precisos en nuestra vida que son eso, decisiones; un arrebato, un coraje, una simple emoción, una terquedad o una tontería podrían hacernos un “Corto Circuito” en nuestro destino; nuestro propio carácter puede jugarnos una mala pasada en momentos cruciales; el orgullo siempre es un enemigo de las buenas decisiones y esto no sólo en lo que tiene que ver con nuestra vida sentimental, sino, en todas las áreas; tenemos que prepararnos en todo para cuando lleguen esos momentos en nuestra vida.
Prepárate intelectualmente, estudia y logra tus metas. Prepárate mentalmente pidiéndole a Dios sabiduría para tomar tus decisiones. Prepárate emocionalmente buscando equilibrar tu corazón y tu cabeza y, prepárate espiritualmente dándole tu vida a Jesucristo y comenzando una relación personal con Él; Jesucristo hace la diferencia y te da verdaderas razones para vivir; pruébalo, no te defraudará, la Biblia dice: “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia” – Prov 3:5 NVI
Yo no sé si la vida de Antonio y Ana hubiera sido distinta de haberse casado, pero si sé que se pierde uno de tantas oportunidades que la vida le pone enfrente por caprichos y orgullos en nuestro corazón.
Cuando el legendario guerrero Aquiles se iba a enfrentar a un gigante del ejercito enemigo, un jovencito le pregunto si de verdad iba a pelear con ese enorme hombre porque él nunca lo haría; Aquiles con una mirada firme le contesto al muchacho: “Por esa razón tu nombre nunca será recordado...” Muchachos, tomen decisiones que hagan que sus nombres sean recordados, aunque sean gigantes, ¡vale la pena enfrentarlas!
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