Un Momento Para El Amor: Luna de miel en la tragedia de Asia
Dos historias, dos realidades vividas en Asia durante el terremoto-maremoto de 9 grados en la escala de Richter.
Es innegable que estamos consternados con la tragedia que sorprendió al Sur de Asia; donde murieron más de 125 mil personas en el terremoto-maremoto de 9 grados en la escala de Richter; el mundo se ha unido al dolor de tanta gente y, son decenas de gobiernos los que hoy ofrecen su ayuda a las naciones afectadas.
Hoy te contaré la historia de dos parejas enamoradas que vivieron su luna de miel en medio de esta tragedia.
Josefina y Erick celebraban sus primeros días de casados en una de las hermosas playas de estos lugares asiáticos. Era un manto de romanticismo que los envolvía en un lugar paradisíaco. No pasaban un minuto separados, y Erick se desbordaba en atenciones a su amada. Sin embargo esa mañana del domingo, algo paso entre ellos que nos es desconocido, el caso es que, Erick por alguna razón, dejo a Josefina sola en la playa del hotel que los hospedaba, se dio media vuelta y salió sin rumbo.
Pasaron algunas horas y Erick no volvía, cuando de repente sucedió lo que hoy sabemos; la tierra comenzó a moverse con una potencia devastadora muy cerca de la Isla Sumatra, provocando olas gigantescas que se desplazaron hacia las costas a una velocidad superior a los 500 kilómetros por hora, con alturas que iban de los 6 a los 10 metros, impactando en ellas, a quienes encontró a su paso.
Erick corrió despavorido hacia el hotel, sólo pensaba en su amada esposa, no le fue fácil llegar pero cuando lo logró, ella ya no estaba; no la encontraban por ningún lado; se temía lo peor y, dos días después con su rostro en lágrimas, Erick aún la buscaba con la esperanza de encontrarla viva.
Un minuto es vital, un enojo, un momento de ira, un rencor, un silencio, un mañana, un después, un desánimo, un disgusto, un me conformo, un “Ya para que”; un “No te puedo perdonar”, un enfado, una locura, una tontería, un... sin fin; cuantas cosas ocurren en un minuto; dime, ¿Qué te ha distanciado de tu amado o de tu amada, de tu esposo o de tu esposa? Quizá esta historia te haga apreciar lo mucho que tienes, y regreses pronto a la playa de tu hotel, le des un beso y un abrazo fuerte a quien amas y quien te esta esperando ahí, hazlo, antes de que un “terremoto” los aleje para siempre.
Marcos y Verónica se estaban casando en su país de origen; habían preparado con mucho tiempo cada detalle, inclusive su luna de miel en Asia; todo estaba listo para salir de viaje la misma madrugada de la boda. Fue el sábado 25 de diciembre cuando arribaron a su destino, entraron al hotel y algo inesperado ocurrió, no había lugar para ellos, no podían entenderlo, habían hecho la reservación varios días atrás. Finalmente el gerente del hotel les explicó que habían cometido un error en su reservación, que estaban muy apenados por esto, y que el único lugar donde podrían alojarlos era en otro hotel de la misma cadena pero en otra ciudad, así que Marcos y Verónica sumamente molestos tuvieron que viajar algunos kilómetros para poder dormir esa noche.
Al día siguiente los sorprende la noticia del maremoto que arrasó con el hotel donde estarían la noche anterior, comenzaba la devastación en esa zona; ellos lograron refugiarse en la embajada de su país y regresar sanos y salvos dos días después a su país. Hoy por hoy están agradecidos a la vida, saben que su destino fue dramáticamente girado, sin duda que su vida les paso por la cabeza como una película para apreciar cada detalle de ella; la vida es un momento, es un soplo, debemos valorar lo que tenemos, tu esposa, tu esposo, tus hijos, tu trabajo, tus padres, no desperdiciemos el tiempo, jamás lo volveremos a recuperar.
La vida no es nuestra, tarde o temprano tendremos nuestra cita, no sabemos cuando, pero lo que es un hecho es que estaremos ahí en ese momento, lo importante es prepararse para ello, la tumba no es el fin, hay dos destinos finales, hay vida después de la muerte y, tu puedes decidir hoy aquí donde estarás; una pregunta lo determina todo, tan solo dime: “¿Quien es para ti Jesucristo?” –Haz de El tu Dios y tu Salvador, entonces no tendrás temor a la sorpresa; tendrás tu boleto de avión de regreso a tu hogar.
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