Test psicologico, multirelacional, social y familiar... waoo!!! increibleeeeeeee!!! gracias amiga..
De eso no cabe duda. Al comienzo, para las personas que recien la conocen te costara darte cuenta si esta mujer es una gentil doncella o una chiflada de remate. Y al final, no lo sabrás todavía.
Como las estaciones de lluvia, te ahogará con sus pesares, y como el sol vuelve a asomar entre las nubes ella asi al igual te hará doblar de risa, y te conmoverá con su ternura. Ser testigo de sus cambios anímicos es como ver una de esas antiguas películas mudas que anteponen un episodio de humor basado en bofetadas histéricas a la patética historia de los Peligros de Paulina, todo acompañado por la musiquita del piano en el foso de la orquesta. A veces, la melodía es alegre y vivaz; otras se pone melancólica. La música es variable, para acompañar las ocasiones, pero jamás aburrida ni monótona. Lo mismo pasa con el estado animico de la señorita Priscila. Es un poquitín chiflada, un poco triste y muy imaginativa. Y también sabe ahorrar los soles.
Naturalmente, no podrás mirar debajo del colchón mientras no os hayáis casado con ella. El pudor es una de sus condiciones. Pero puedes apostar sin riesgo a que allí guarda un calcetín viejo, bien lleno de billetes verdes y monedas que seguramente guardaría bajo la maceta de gardenias, o tal vez reservadas entre los pliegues de ese mantel de encaje que le regalaron hace diez años para su cumpleaños, y que todavía no ha estrenado. Si abres uno de sus libros de poesía, es posible que caiga de él un arrugado billete de un dólar, deslumbrado por la luz del día. Priss puede ceder a un súbito impulso de gastar cuando la han herido y necesita mitigar el dolor de las magulladuras, pero durante la mayor parte del tiempo sus gastos quedarán considerablemente por debajo de sus ingresos. Es posible que muestre un especial interés por tu cuenta de ahorros, y que el dinero sea uno de sus temas de conversación favoritos. No te mirará con desdén si no lo tienes, siempre y cuando seas de la clase personas que se esfuerza por conseguirlo. Ella si es que esta en sus posibilidades te ayudará a ganarlo y a ahorrarlo, pero mucho cuidado a la hora de gastarlo. Cuando le hagas a esta muchacha un regalo carísimo, y ella te diga que no deberías haberlo hecho, no dudes que lo dice en serio.
Si quieres que deje de pensar en seguros, hipotecas, alquileres, facturas y el saldo de su club en el banco, es decir cuando este preocupada, llévatela a la playa a medianoche, a dar un paseo a la luz de la luna. Serán sus mejores momentos. La luna hará aflorar todos sus sueños secretos, y es posible que la proximidad del agua le haga olvidar todas sus inhibiciones. Es muy posible que en el espacio de una hora veas toda la gama de sus emociones. Entonces, podrás elegir la que mas te guste y darle ánimos para que la cultive, un gran secreto de ella. Esa dama fría y reservada que conociste durante el día, o esa muchacha desaforada y tentada de risa que se te mostró alguna vez que la llevaste al cine o a cenar a un restaurante, se convertirá súbitamente en una criatura de otro mundo cuando los magnéticos rayos de la luna iluminen sus ojos y sus oídos se llenen del rumor de las olas. Se convertirá en una ninfa del mar, que puede elevarse contigo tan alto como pueda llegar tu imaginación.
Es necesario que sepas que hay dos variedades distintas de PRISCILAS cuando estan enamoradas. La primera es suave y femenina, tímida, modesta y conmovedoramente temblorosa. La segunda es más bien pegajosa. Es de las que usarán todas las tretas de Eva para sentarse lo más cerca posible de ti en el reservado, cosa que si ella te interesa de veras, puede resultar muy fascinante.
Como ya lo sabes, son pocas las mujeres perfectas. Hay mujeres que siempre andará llamando ella sola su taxi y dándose de cabeza contra muros de ladrillo, otra te hablará con una franqueza totalmente chocante, otra puede asustarte, otra ser versátil y demasiado orgullosa, y así sucesivamente.... En mujeres como la testeada por lo general no encontrarás estos defectos, carece de los anteriores mencionados.
Sin embargo, también hay algunas normas que no debes olvidar con ella. Priss es de las personas que no soporta que la critiquen, se siente profundamente herida por el ridículo y, simplemente, no puede aguantar que la rechacen. Una, dos, tres: son reglas básicas. Es raro que se muestre abiertamente agresiva.
Priscila tienen sentido del humor, pero no reacciona favorablemente a los chistes sobre la suegra. Tampoco quieras leer nunca su diario de cuando tenía cinco años, aunque es casi seguro que lo tendrá bajo llave. A Priscila le gusta guardar secretos, y no esperes de ella confesiones auténticas, a menos que quien se confiese seas tú.
Los miedos de Priscila pueden mantenerte realmente con el alma en un hilo, lo mismo que a ella. Tiene miedo de no ser lo bastante bonita, de no ser lo bastante inteligente, de no ser suficientemente joven o suficientemente vieja. No importa que tenga la silueta de la Venus de Milo, el rostro de Helena de Troya y la mente de Aristóteles: ella se sentirá igualmente inadecuada. Asegúrale que es joven, que es hermosa, que está comprometida y que te tiene a ti. Si se lo repites unas veinte veces al día, es probable que empiece a hacerle mella. De una manera impredecible, es predecible en cierto modo, y eso puede hacerla fascinante y misteriosa, pero también insoportable hasta el punto de que te entren ganas de propinarle una buena paliza. Durante alguno de sus arranques de melancolía, incluso es posible que tenga miedo de no ser buena cocinera, lo que es un absoluto disparate, porque segun el examen puede hacer que un chef francés quede reducido al nivel del sargento que preparaba el rancho cuando tú hacías la mili. No es mujer que se arregle con un abrelatas automático o con un congelador: prefiere pelar ella los ajos y hornear ella los bizcochos. Sus guisados son sensacionales, sus verduras frescas y crujientes, y lo corona todo con una mermelada de fresa celestial. Priscila es muy amiga de su cocina, que en la casa es su lugar favorito (después del cuarto de informatica). Revoloteará en torno de ti como una clueca, y es probable que a ti te encante, como a la mayoría de sus amistades.
Aparte del miedo, totalmente injustificado, de su falta de habilidad culinaria, quizá tema de que la su pareja no la quiera bastante. Eso no es difícil de remediar para ningún varón con sangre en las venas. Adelante, si eres su pareja demuéstraselo todas las veces que quieras, que ella estará totalmente receptiva. Una vez que le hayas encendido la luz verde, ella se sentirá feliz de reconocer la señal, y aunque eso puede borrar su complejo de inferioridad, te creará otro problema. A decir verdad, después que la hayas conquistado, puede mostrarse un poco tenaz... digamos que no te soltará mientras viva, lo que no está nada mal. Hay hombres ávidos de lealtades así. Cuando hayas tenido la suerte de ganarte su amor, jamás estarás falto de comida ni de afecto. Y la sonrisa chiflada con que te los ofrecerá también tiene su encanto. Su rico humor se te hará más cálido y mas querido cuando pienses en todas las sirenas sarcásticas que andan por el mundo con su ingenio cínico y su risa hipócrita.
Es bárbaramente injusto jugar con el corazón de ella, porque ella te amará, te honrará, te obedecerá y te fastidiará un poco con devoción sincera. ¿Por qué dar alas a un amor así si no tienes la intención de corresponderlo con el mismo ardor? Recuerda la tenacidad de ella. Es posible que tú no hagas más que flirtear, pero tendrás graves problemas cuando quieras dar por terminado el partido: ella no oirá el silbato. En los sentimientos de ella no hay nada de superficial ni trivial. Cuando llega a ser dueña de un hombre, o de una taza de té, es para siempre.
Es posible que no impresione a tus amigos con su vivacidad y su chispeante capacidad de halagarlos, pero a ti no dejará de seducirte con su encanto. Después que hayas salido con otras chicas y las hayas comparado con ella, es posible que vuelvas corriendo hacia ella, y le pidas que te aferre otra vez. Y con fuerza.
Sus sentimientos son tan sensibles y tiernos que la más leve observación, hecha sin intención alguna, puede producirles una profunda herida. Es difícil saber cuando la ha vulnerado súbitamente algún significado oculto. Es posible que alguna noche llegues a visitarla y le digas: que lindo esta tu cabello hoy, y veas que se le llenan los ojos de lágrimas. ¿Por qué? Porque la última vez que estuviste con ella le diste a entender que el pelo se le veía espantoso. Las mujeres coomo ella pueden ser muy quisquillosas y llorar bastante. No te olvides de tener siempre un pañuelo a mano.
Es posible que muchas mujeres se resistan y protesten ante las demoras y las decepciones que trae la vida, pero ella tiene por lo común la sensación de que alborotándolo todo no se puede cambiar ni superar nada. Cuando las cosas no van como ella quisiera, es posible que derrame algunas silenciosas lágrimas furtivas, pero su reacción normal será cruzar serenamente las manos y esperar con paciencia a que las cosas se arreglen solas. La paciencia es una de sus mejores virtudes. Cuando está deprimida, sin embargo, es posible que seas tú quien tenga que encontrar la manera de salvarla de sí misma. Trata de rescatarla antes de que se haya hundido demasiado. Además, en cierto modo ella quiere que la mimen. El deseo de dejarse malcriar un poco por los seres amados parece tener hondas raíces en su naturaleza. Esta muchacha necesita desesperadamente saber que tú no puedes vivir sin ella, y puede llegar muy lejos para despertar tu piedad y tus instintos protectores, simplemente para asegurarse de lo mucho que significa para ti. Para ella es en realidad muy poco pedir, cuando es tanto lo que da a cambio. Pero durante estos episodios, no te dejes engañar por su debilidad.
Ese bebé desvalido que contra un mundo frío y cruel busca la protección de tus fuertes brazos es perfectamente capaz de valerse por sus propios medios si es necesario. En medio de una rencilla, cuando ella levante hacia ti sus transparentes ojos húmedos y asustados, recuerda que cuando tú te vayas y ella esté segura de que ya has dado la vuelta a la esquina, lo mas probable es que se seque los ojos, ponga una pila de discos en el automático y se dedique tranquilamente a ordenar los armarios. Claro que es cierto que en ocasiones su depresión es auténtica, y no una simple búsqueda de simpatía. Esas noches será mejor que te quedes, que escuches música con ella y la tomes tiernamente de la mano.
El heroico sacrificio de que es capaz esta muchacha por aquellos a quienes ama no reconoce límites. La bravura que aparentemente no puede reunir para vencer sus propios temores se muestra, resplandeciente, cuando un ser querido necesita de su fortaleza. Cuando las cosas se pongan realmente difíciles, no te abandonará jamás, y entonces te recordará mas a una roca, áspera y gigantesca, que a un tenue rayo de luz plateada. También sus hijos encontrarán en ella un refugio y una torre de fortaleza que con sensibilidad y comprensión les ayudará a encontrar su camino. Serán muy apegados a ella, y lo cálido de su amor hará que el hogar materno sea para ellos tan rico, confortable y luminoso como un palacio, aunque fuera una choza. Es posible que tú te veas un poco desatendido cuando lleguen los bebés pero igual seguirá habiendo lugar para ti, si bien te verás desplazado unos centímetros. (Si no tiene hijos, pondrá en un animal o en sus amigos su reserva de afecto maternal, para mejor suerte de ellos.) Como hacen los pájaros con sus crías, es posible que les dé de comer cada vez que los encuentra con la boca abierta, ofreciéndoles algo rico y nutritivo.
Para su familia, nada le parece demasiado bueno. Cuando uno de los chicos estornude, lo meterá en cama con medicinas, té caliente y caldo de gallina, mientras no tenga edad suficiente para defenderse.
El episodio del test resuelto resume toda la actitud de ella hacia todas las formas de amor, y muy especialmente hacia su matrimonio. Es su extraña forma de posesividad, inconmovible, pero nunca agresiva. En lo profundo de su corazón, ella sabe que por mas lejos que te vayas en pos de tu sueño, siempre volverás, y ella estará ahí, esperándote pacientemente. Sus ojos seguirán teniendo la belleza de la mágica Luna que tú recuerdas, de la cocina llegará el delicioso aroma de las especias, y ella te preguntará que tal fueron las cosas, y como te sientes. Si algo te fue mal y vuelves derrotado, ya encontrará ella la forma de hacerte reír. Después te llenará el estómago y, cuando ya estés relajado, ahuyentarás suavemente tus preocupaciones con sus consejos sensatos y su humor imaginativo. Mas tarde, cuando a la luz del fuego mires ese rostro sereno, volverás a preguntarte: <>. Pero la respuesta ya no te importará mucho.
Carmen Placencia - Estudiante Psicologia
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